Destina un espacio del salón para compartir en familia. Crea un rincón luminoso, con materiales naturales y a la medida de los niños.
Elisabet Silvestre, Doctora en Biologia y especialista en Biología del Hábitat, nos da las claves para crear un espacio confortable para los niños en el salón.
Crear un entorno saludable
Los niños necesitan tener contacto con la naturaleza paracrecer sanos. Hay estudios que demuestran que, si no lo tienen, pueden sufrir el síndrome de Heidi, que es la causa de déficits de atención, hiperactividad y otros trastornos. Por eso, es vital crear en casa un ambiente saludable para los niños. Coloca su espacio cerca de la ventana para tener luz natural, con vistas a la vegetación o decorado con plantas. Elige muebles y textiles de materiales naturales. Y dedícales tiempo, comparte risas y juegos. Sentirse querido es la mejor receta para crecer feliz.
Que los niños estén cerca nos aporta seguridad y tranquilidad, a nosotros y a ellos. Por eso, lo más práctico si tienes hijos pequeños es destinarles un rincón del salón para que jueguen a tu lado. Equípalo con una mesa y cestas o cajas para organizar sus juguetes y cuentos. Así el niño no se sentirá solo en su habitación, aprenderá a convivir y compartir con la familia. Y será más fácil dedicarle atención mientras tú realizas otra actividad.
4 claves para crecer, jugar y compartir
1. Actividad saludable: Prioriza los juegos dinámicos y creativos a los más sedentarios. Está comprobado que el sedentarismo se relaciona con una mayor vulnerabilidad ante las enfermedades, la obesidad o la hiperactividad.
2. Materiales naturales: Apuesta por materiales naturales, como lana, algodón, sisal o madera. Evitarás la electricidad estática. Y deja que los niños se descalcen, se sentirán más relajados.
3. A su medida: Opta por piezas a la medida del niño, con sillas y mesas que les resulten ergonómicas. Elígelos del mismo material y color que los muebles del salón y así su rincón se verá más integrado.
4. Notas de color: Equilibra el espacio combinando tonos que estimulan– naranja, rosa, fucsia–, con otros que relajan –azules y verdes–. Puedes introducirlos en detalles y textiles como cojines o plaids.
Un entorno a su medida cómodo y seguro
1. La alfombra: Que sea de materiales naturales, como esta de lana de Coco-Mat; delimitará un espacio confortable donde jugar, leer un cuento o tumbarse y compartir historias con el niño.
2. Pufs: Combina varios pufs, de distintos tamaños. Serán muy útiles como asiento o a modo de cojín de apoyo. Introduce con ellos una nota de color, conseguirás un ambiente más dinámico.
3. Para guardar: Unas cestas, como estas de fieltro de Babillage, resultan muy decorativas y ayudan a mantener todos los juguetes a mano y en orden, especialmente las piezas más pequeñas.
4. Mesas nido: Muy prácticas, permiten disponer del espacio necesario en cada momento, y tenerlo más ordenado cuando no se utilizan. Las formas redondeadas son más seguras para el niño.
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