miércoles, 26 de marzo de 2014

¡Primavera! trucos para poner a punto tu casa

¡Primavera! 50 trucos 

Prepara tu casa para la llegada del buen tiempo: gana limpieza, alegría ¡y también salud! Sigue estos 50 trucos y lograrás una casa impecable para disfrutar del cambio de estación.

Librería, por dentro y por fuera

La primavera es el mejor momento para poner tu casa “patas arriba” y limpiarla a fondo. Vacía los estantes de la librería y limpia el polvo con una bayeta de microfibras húmeda. Si es lacada, puedes hacerlo con agua y jabón.
• Los libros: Polvo y humedad son sus enemigos. Elimina el polvo uno a uno. Si tienen el lomo sucio, pasa un algodón con amoníaco y alcohol de quemar.
• Los tiradores: Retíralos para limpiarlos. Con agua jabonosa los de cerámica y con bicarbonato los metálicos o de plata.
• ¿Qué necesitas? Paños de microfibra para el polvo. Guantes y, si eres alérgica, mascarilla. Usa lejía y productos químicos solo para desinfectar a fondo y no limpies con esponjas, pueden acumular bacterias.

Airea, limpia, ordena

Aprovecha el cambio de temporada no solo para limpiar a fondo lo que no haces normalmente y cambiar los textiles, también para ventilar y tirar aquello que no utilizas. Antes de empezar, haz una lista de 
las necesidades de cada estancia. Ponte un plazo de unos
15 días para llevarlo a cabo.

Llena tu casa de flores

Elígelas de temporada para que exterior e interior estén conectados. Te dan una nota de color, fragancia y un aire más puro.

Piensa en vertical

Empieza por paredes y techos para evitar que el polvo caiga en zonas ya limpias. Utiliza un plumero extensible o el accesorio para tapicerías del aspirador.
• En las paredes: Retira el polvo haciendo hincapié en los rincones. Si están pintadas con pintura lavable, elimina las manchas con lavavajillas diluido en agua. Si tienen papel pintado, hazlo con goma de borrar.
• En los techos: Pasa la mopa por su superficie. Si tienes molduras, usa un cepillo de dientes para repasar los rincones. Es buen momento para valorar si necesitan una mano de pintura.

Pon a punto las alfombras

Guarda las de lana para el año que viene y apuesta por las fibras o el algodón en primavera. Aspira a fondo semanalmente para quitar el polvo y elimina las pequeñas manchas con espuma seca en aerosol o con un cepillo impregnado en una mezcla de agua y amoníaco. Una vez al año, llévalas al tinte y guárdalas enrolladas con el pelo hacia adentro y en horizontal, nunca en vertical, para evitar que se deformen.

Lámparas limpias, más luz

Mantener limpias lámparas y bombillas puede suponer un ahorro de hasta un 20%, ya que una bombilla sucia o en mal estado pierde hasta un 50% de luminosidad. Bombillas. Límpialas cuando estén apagadas y frías con un paño húmedo bien escurrido. Para eliminar el polvo de las halógenas, limpia con cuidado con un paño de algodón.
• Pantallas: Elige tonalidades más claras para la primavera. Para limpiar las de tela, elimina el polvo con el aspirador y las manchas con espuma en seco. Si son de papel, pásales un paño limpio. Las de pergamino se limpian con una mezcla de agua y jabón neutro. Con unas gotas de cera líquida quedarán como nuevas.

No olvides puertas y ventanas

En un par de horas puedes tener listas puertas y ventanas. Si las puertas tienen relieves un cepillo suave es la mejor opción para llegar a los recovecos. Si son lacadas, límpialas con jabón neutro diluido en agua, mientras que las de madera las puedes tratar con algún producto nutriente, sobre todo la parte inferior que es la que más se deteriora. Limpia los marcos de las ventanas por fuera y por dentro, y para que los cristales brillen más utiliza una mezcla de lavavajillas y amoníaco. Retira con una espátula de goma. Nunca uses un trapo seco, puede rayar el cristal con la suciedad de la superficie.

Con productos naturales

Apuesta por remedios naturales para limpiar la casa. El limón deja los grifos brillantes y elimina los malos olores del microondas. Puedes usar sal para limpiar alfombras y tapicerías, así como utensilios de cocina. El vinagre es un buen desinfectante en el baño y combate la cal, mientras que el bicarbonato elimina los malos olores de desagües y frigorífico.

Cambia 
los textiles

Es la manera más rápida y económica de actualizar la decoración. Si los cojines son lavables, quita el relleno y cierra la cremallera antes de ponerlos en la lavadora. Las mantas pueden lavarse a máquina con programa de lana y detergente de prendas delicadas.

Funda nueva, sofá nuevo

Un sofá desenfundable muda de piel con la estación. Combina una funda más pesada para el invierno y otra más ligera para el verano. Cuando laves la funda, colócala cuando aún esté húmeda para que conserve su forma. Aspira el sofá retirando respaldos y asientos, y limpia roces con una solución de agua y amoníaco.
• ¿Será lavable? Humedece una zona no visible y pon un paño blanco de algodón encima. Plancha, y si no queda rastro de color, es lavable.

Cuida los detalles

• Jarrones: Limpia 
los de boca estrecha llenándolos de 
agua y un poco de sal gruesa. Mueve un poco, vacía y aclara. También puedes usar vinagre caliente y luego limpiar con jabón neutro y agua.
• Pomos y tiradores: Recupera su brillo con una mezcla de vinagre, amoníaco y agua a partes iguales. Extiende y frota con un paño para que resplandezcan.
• Marcos: Para tratar los dorados, los más delicados, monta una clara de huevo a punto de nieve y añade una cucharada de zumo de limón. Extiende la mezcla con cuidado con un paño suave.
• Interruptores: Quita el polvo con un pincel y limpia con un paño con agua jabonosa. Protege la pared de los que más uses con un protector transparente.

Aromatiza

Con aceite esencial de limón diluido en agua destilada. En los cajones, pon jabones dentro de sacos de tela.

Una solución para cada suelo

• Porcelánico: Basta con pasar la mopa para mantenerlo limpio. Para una limpieza más profunda mezcla lavavajillas rebajado, agua caliente y un poco de lejía.
• Mosaico: Evita los productos abrasivos ya que pueden dañar su color. Límpialo solo con agua y si quieres darle un acabado satinado, encéralo.
• Madera: Se limpia con una mezcla de vinagre blanco y agua a partes iguales, y se abrillanta con una parte de aceite de oliva y media de zumo de limón.

Organiza la despensa

Vacíala y limpia los estantes con una estropajo húmedo con unas gotas de lavavajillas. Repasa con un trapo húmedo y un poco de vinagre que actúa de desengrasante. Comprueba las fechas de caducidad de los productos y coloca en un lugar más accesible los que caduquen antes. Si tienes paquetes abiertos, vierte su contenido en botes herméticos y etiquétalos.
• Sé constante: Revisa la despensa cada dos meses para controlar lo que caduca y eliminar posibles restos de comida.

Manteles y trapos

Necesitan una limpieza a fondo. Lávalos con agua caliente para eliminar las manchas. Si están deteriorados, aprovecha y renuévalos.

Armarios y tiradores

Amoníaco diluido en agua. Es todo lo que necesitas para que puertas y tiradores de los armarios de cocina queden impecables y libres de grasa. Seca con un paño para que no queden marcas de las pasadas. Limpia los interiores con agua jabonosa y espera a que se seque antes de llenarlo. Retira los zócalos y pasa la fregona hasta el fondo.

Cuida la encimera

Límpiala tras cada uso para eliminar más fácilmente las manchas.
• De granito: Son resistentes e impermeables y se limpian con agua y jabón neutro. Evita los líquidos corrosivos, como ácidos, que pueden dañarlas.
• De mármol: Es muy delicado debido a su porosidad. Límpialo con agua jabonosa y aclara y seca rápidamente.
• De base de cuarzo: Como el Silestone. Se limpian también con agua jabonosa. Si hay restos de alimentos secos, retíralos con una espátula y evita las fuentes de calor directo.

Limpia a fondo los electrodomésticos

• Campana y placa: Limpia los filtros de la campana en el lavavajillas, una vez al mes, y la parte exterior con agua y jabón. En la placa, elimina rápidamente las salpicaduras de azúcar y limpia con un producto específico.
• Horno y microondas: Utiliza amoníaco para eliminar las manchas de grasa del horno. En el microondas, coloca un bol con zumo de limón y calienta unos minutos. El vapor de agua reblandece las salpicaduras
• Frigorífico: Cada tres meses, vacíalo, retira las piezas desmontables y limpia las paredes interiores con agua templada y bicarbonato. Por fuera, utiliza agua jabonosa y no te olvides de las juntas de las puertas.

Muebles de exterior listos para el buen tiempo

• De fibras: Tápalos con unas fundas en invierno. Límpialos con un cepillo humedecido en una mezcla de bicarbonato y sal disueltos en agua caliente. Cuando se sequen, rocíalos con agua con limón para que brillen.
• De madera: Las tropicales son muy resistentes a la intemperie por su alto contenido en aceites. Límpialos con agua y jabón y nútrelos, una vez al año, con aceite de teca. Los protege de la oxidación y reaviva su color.
• De hierro: El óxido es su principal enemigo. Puedes eliminarlo con petróleo. Déjalo actuar un par de horas y pasa un cepillo metálico; luego lo mejor es protegerlos con una pintura o un barniz especial antióxido.

Sanitarios como el primer día

• Límpialos con vinagre: No solo actúa contra los gérmenes, también acaba con la cal. En el inodoro puedes echar un chorro, dejarlo actuar un rato y aclarar bien para eliminar el olor. Para lograr que el espejo brille más y no se empañe, mezcla dos partes de agua y una de vinagre blanco y frótalo con papel de periódico. Seca con un paño.
• Los grifos: Para dejarlos relucientes basta con pasarles un algodón empapado en alcohol.
• En la mampara: Elimina las manchas de cal con una esponja impregnada en vinagre. Para que las gotas resbalen, extiende un poco de aceite de bebé.

Los revestimientos del baño

Para limpiar los azulejos mezcla en una botella jabón líquido con vinagre en igual proporción. Agita la mezcla e inmediatamente aplica y deja actuar durante unos 15 minutos. Después retira con agua y, para que brille más, seca con un paño limpio. Con el cambio de temporada es buen momento para repasar las juntas. Lo más sencillo es hacerlo con un rotulador blanqueante. Para fregar los suelos, puedes aprovechar el agua de cocción de las patatas filtrada. Te quedarán muy relucientes. También puedes utilizar agua mezclada con amoníaco.

Renueva 
tus ventanas

Cambia las cortinas más pesadas por visillos y estores ligeros. Si tienes doble cortina o estor y caídas, quédate solo con un sistema y abre tu casa a la luz. Para lavar las de algodón, si es estampado, hazlo en frío y mejor solas. Antes, repasa todas las costuras. Elige un programa antiarrugas para los visillos y cuélgalos húmedos en la barra: te ahorrarás el planchado.
• Las barras: Elimina el polvo con un paño. Si son de latón, devuélveles el brillo con agua jabonosa y alcohol de quemar.

Dormitorio en orden

Se descansa mejor en un dormitorio organizado. Haz una lista de lo que tienes y fíjate en lo que realmente usas. El resto de cosas, regálalas.

El colchón a punto

Una limpieza a fondo, como mínimo, una vez al año. Retira el protector y pasa el aspirador por todos los rincones, repasando las costuras. Si tiene alguna mancha, frótala con una bayeta escurrida en una mezcla de agua tibia y detergente. Aclara y retíralo sin mojar demasiado. Dale la vuelta cada tres meses.

Combate las alergias

Pon fundas antiácaros en colchones y almohadas, y lávalas, como mínimo, dos veces al año a 60 ºC. Una vez por semana: lava la ropa de cama con agua caliente, dale la vuelta al colchón y pasa el aspirador. Los peluches de los niños acumulan mucho polvo, lava a 60 ºC los que lo admitan y mete el resto en el congelador durante una noche antes de lavarlos. Evita las alfombras y las sillas y sofás tapizados, y limpia el polvo con un paño húmedo.

La ropa de cama de verano

• Colchas: Retira el edredón o nórdico de invierno. Antes de guardarlo, límpialo y comprueba que no tenga manchas (cuanto más tiempo pase, más se fijan). Elige colchas finas en tonos claros y primaverales.
• Sábanas: Guarda las de franela y las térmicas, y apuesta por el algodón. Si es 100% es agradable al tacto y transpirable, aunque requiere un toque más de plancha que las que tienen mezcla de poliéster.
• Almohadas: Las de fibras sintéticas recuperan su forma si las lavas a máquina con agua tibia. Las de plumas se esponjan si las pones en la secadora con dos pelotas de tenis. Elige sus fundas con los tonos de temporada.

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