La iluminación puede hacer crecer los espacios. El secreto está en saber jugar con ella y colocarla en el lugar adecuado. Aquí tienes todas las claves para iluminar tu casa. ¡Acertarás!
La luz es mágica, permite ampliar el espacio accionando un solo botón. Pero no es solo la luz lo que amplía sino el contraste que genera: "Más que poner mucha luz, hay que crear sombras", nos descubre Raúl Oliva, director de Oliva Iluminación.
El salón: ni cueva, ni oficina
Si tu salón es pequeño, no caigas en la trampa de colocar una sola lámpara de techo porque el efecto será el contrario del que buscas. La luz cenital deja en penumbra paredes y esquinas, creando una sensación de cueva que empequeñece. Pero tampoco ilumines en exceso porque crearías un ambiente plano, como de oficina, que resulta muy poco confortable.
Ilumina las paredes y todo crecerá
"Hay que convertir las paredes en reflectores –dice Oliva–. Para conseguirlo, empotra focos en los techos, a unos 20 cm de la pared, y enfócalos hacia esta". La luz que las paredes reflejen será suficiente para iluminar la estancia y a la vez, darás volumen al espacio y con ello, ganarás amplitud visual. Es la mejor manera, también, de iluminar puntos concretos como un cuadro o un mueble, por ejemplo.
Dale profundidad al comedor
No ilumines solo la mesa. Combina una luz concentrada sobre ella con focos perimetrales en el techo o apliques en la pared. Así, visualmente tu comedor no quedará limitado a la zona de la mesa y parecerá mucho más amplio.
Un dormitorio más amplio pero acogedor
Coloca apliques en las paredes y luminarias recorriendo el perímetro de la estancia a ras de suelo para iluminar los muros y alejarlos visualmente, sin perder el punto de penumbra que necesita el dormitorio para relajarnos. Y no olvides los leds a ambos lados del cabecero para poder leer en la cama sin molestar a tu pareja e iluminar bien la zona de vestidor.
La mejor manera de ensanchar el pasillo
De nuevo, el secreto está en las paredes, no en saturar el techo de focos, porque solo conseguirías que te deslumbren. Una solución es situar dos o tres líneas de luz perimetral en el techo, dirigidas hacia las paredes, o bien "empotrar las luminarias en las paredes utilizando perfiles muy finos para que no ocupen espacio".
Un estudio espacioso sin deslumbramientos
El contraste entre una mesa sobreiluminada y un alrededor en penumbra empequeñece. Instala una luz general que no cree sombras y refuerza la zona de trabajo con un flexo dirigible.
¿Cuánta luz debo poner?
Los expertos aconsejan, como media, instalar unos 20 w de luz por cada m2. Puedes bajar hasta 15 w si la estancia recibe mucha luz natural y está decorada en tonos claros. En estancias oscuras, puedes subir hasta 25 w/m2.
¿Dónde sitúo las lámparas?
Coloca varias en el techo dirigidas hacia piezas concretas como librerías o cuadros. Y el resto, distribúyelas por la estancia. Completa la luz de techo con lámparas de pie o sobremesa para crear varios focos de atención: el espacio crecerá.
Cocina y baño bien iluminados
En la cocina, leds sobre la encimera. "Una cocina necesita una iluminación general", explica Oliva. Pero solo con la luz general es probable que te hagas sombra a ti misma al preparar la comida. Por eso, coloca más focos sobre la encimera que en el techo, porque ahí realizamos el 80% del trabajo. Aumentarás la sensación de espacio y trabajarás mejor.
En el baño, ilumina bien el espejo. "En el baño, necesitas verte muy bien, sobre todo en la zona del espejo. Para ello, empotra en el techo leds de alta difusión de luz a 10 cm del espejo para que no creen sombras sobre el rostro. Y utiliza una óptica de, por lo menos, 60º de apertura", aconseja Raúl Oliva. Si, además, el espejo es XL, multiplicarás la luz y la amplitud.
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