Pequeños toques para crear un salón más acogedor
Apuesta por la mezcla de estilos, los colores vivos y las flores naturales. Son propuestas decorativas para actualizar el salón sin perder calidez. Te damos pequeños toques que se convertirán en grandes cambios.
Mezcla de estilos
Combina piezas de distinta procedencia y tendrás un salón más dinámico y actual, que no se identificará con un único estilo. El secreto está, según Iraida Domecq de Youtopía, en lograr un equilibrio de materiales –madera, cristal, metal y textil– más que de estilos, sin que ninguno predomine por encima de otro. Para ello, “elige muebles que te gusten de verdad y que tengan carácter: ellos por sí solos ya elevarán el pulso decorativo de tu salón”.
Las piezas con más aceptación son las chaise longues, que viven una segunda juventud y que, por sus formas, aportan un toque femenino al salón, así como las butacas de cuero. Para Silvia Trigueros y Celia Gómez, de Selvazul, el cuero siempre aporta un plus decorativo porque “envejece bien, tiene infinidad de tonos y, además, da mucha personalidad”.
También suma un toque innegable de distinción colocar una lámpara antigua en el salón. Apuesta por las lámparas de los años 50 o los modelos de lágrimas que las firmas reeditan con nuevos diseños y sólidas estructuras de níquel. Para actualizar una original, puedes instalar dimmers que regulen la intensidad de su luz según el momento del día.
Ese bello toque imperfecto
Desconchada, con cambios de color o con las vetas muy marcadas. Cuando una pieza es antigua hay que mostrarla tal cual, ya que su belleza radica en la huella del paso del tiempo. Desde Youtopía, Iraida Domecq recomienda hacer restauraciones mínimas “para que el mueble no pierda encanto”. Asimismo, apuesta por darles nuevos usos: un mueble de oficio que sirva de librería, una cajonera como separador, “o una puerta que acabe convertida en una mesa”.
Juega con texturas
Un cojín de pelo largo y dos de terciopelo, en ocre y turquesa intenso. Sobre un sofá claro y recto, el juego de texturas es casi obligado: suma movilidad, da un aire más abrigado, y “redondea” la forma del sofá. Otra idea para renovar el salón es poner papel estampado en una pared y otro liso en el resto. Una idea de Francisco González, de Gastón y Daniela.
Color... y base neutra
Colores sí, y más vivos e intensos para actualizar al salón. Pero en el lugar adecuado y en la medida justa. Concentra los tonos más intensos en determinadas piezas y complementos, siempre sobre una base neutra. Carmen Fernández Jiménez, de El Corte Inglés, elige “los tonos morados, rojos lavados o verdes” para actualizar el salón, tapizando un solo sofá, por ejemplo. Si no te atreves a introducirlos en el sofá, los cojines también te ayudarán a “teñir” el ambiente y tienen la ventaja de que son más fáciles de renovar. Para Francisco González, de Gastón y Daniela, son el complemento ideal “tanto para apaciguar un sofá de un color intenso, como para dar vida a una pieza tapizada en un tono neutro”. Su truco para acertar en su número es poner uno más de las plazas que tiene el sofá. Es decir, que en un sofá de dos plazas, colocaría tres cojines y jugaría con sus formas y tamaños.
Y un consejo más: los falsos lisos, o tapicerías con texturas, son la mejor apuesta para el sofá. No “cansan” tanto como las telas estampadas y son más resistentes a manchas y roces
Estampados, para lo pequeño
Los estampados son la guinda de una decoración, según Francisco González de Gastón y Daniela. Resérvalos para los cojines y, si puede ser, que sus motivos sean pequeños. en cuanto a los diseños, las flores y los temas botánicos siguen en tendencia, aunque siempre sobre una base clara. Incluso hay firmas, como Sanderson, que reeditan modelos antiguos con tonos actuales: en malva, azul tinta y rojo carmín.
Flores que dan vida
Deja que la naturaleza entre en casa. No solo te aportará una nota de color y dinamismo, también te ayudará a renovarla con poca inversión. La mezcla también se impone en materia de plantas: se llevan los ramos desenfadados que combinan no solo distintas flores, también colores como naranjas y rosas.
Para dar un toque de frescor, nuestra directora de estilismo, Conchita Crespo, propone confeccionar ramos sin flor y jugar con la belleza y las tonalidades de los verdes. Así, puedes combinar el intenso verde de la hoja de magnolio, con los matices marrones de la hoja de roble o las tonalidades grisáceas del eucalipto. Además, ten en cuenta que mientras un ramo de flores te dura una semana, el verde dura el doble si vas cortando el tallo y cambiando el agua. En el salón lo ideal es que coloques tres puntos de verde –en la mesa de centro, sobre la mesa auxiliar y en una consola–, siempre en proporción con el espacio.
Y para dar un toque más fresco, crea centros con distintos colores y juega con la belleza de los verdes. Mezcla hojas de magnolio, de roble, de eucalipto...
Detalles que importan
No subestimes la capacidad de los detalles para dar vida a tu salón: libros, velas, recuerdos, piezas de herencia... no se trata de llenar el salón, pero sí de decorarlo “con objetos que reflejen la personalidad de quien lo habita”, como dice el interiorista de Luzio, Victor Henry. Para acertar, reúne objetos que compartan materiales o colores, para ganar coherencia visual, y que tengan la misma forma de la mesa o el mueble sobre el que se apoyan.
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