Ya hace mucho tiempo que los espacios chill out están de moda, tanto en locales, hoteles, restaurantes como en espacios privados. Principalmente se disfrutan en verano, pero gracias a nuestra excelente climatología, también tenemos muchas ocasiones a lo largo del año en que poder relajarnos en el exterior.
¿De dónde viene la palabra chill out? Es un anglicismo que viene a ser “relajarse” y que originariamente se usó para clasificar determinado tipo de música pero que hoy en día su uso se ha extendido a las zonas al aire libre con un ambiente diseñado justamente para relajarse.
La decoración de las terrazas chill out requiere, en este sentido, un diseño armónico, que transmita paz y comodidad.
Los estilos pueden ser variados, aunque como base suelen tener o bien la simplicidad del diseño o bien los materiales naturales, buscando siempre una decoración funcional y cómoda, con un punto informal.
Por una parte hablábamos de sencillez, ambientes minimalistas. Como tendencia en la decoración de terrazas chill out destaca el color blanco combinado con elementos y suelos naturales o microdementos resultan ideales para crear ambientes relajantes. Elementos de diseño y para animar el conjunto se recomienda usar textiles y complementos decorativos de color. Una terraza glamurosa en una playa de Ibiza, una terraza en un spa, un solárium en un hotel de categoría, …o tu terraza ¡!
Por otro lado hablábamos de naturalidad, ambientes naturales. Aquí podríamos trabajar con un espectro más colorido puesto que la relajación nos vendrá más dada por los materiales que por el cromatismo. : Madera (o composite), rattan, mimbre, coco, piedra, cerámica, textiles, …
Hablamos de ambientes más rurales, mas bohemios, étnicos o coloniales…. Un patio de un pub con una alfombra y cojines en el suelo, una terraza de una piscina de un hotel tropical, un jardín de un templo asiático rodeado de estatuas de buda … o … el jardín de tu casa ¡!
Ya vemos que podemos tener muchas estéticas pero siempre hay algo en común: es un espacio para relajarse y para disfrutar de un momento de calma, y esto puede ser muy personal tantas como las formas de relajarnos.
En cuanto a mobiliario, habitualmente, los chill out emplean cómodos sofás y tumbonas, mullidos almohadones así como mesitas auxiliares, normalmente bajitas, pufs y grandes cojines forman también parte de esta estética.
Comentar que hay un gran elenco de chill out a partir de palés reciclados con cojines y poco más. Dan un punto rústico o playero o bohemio, que parece improvisado pero con gusto, y que es muy conveniente a todos los bolsillos.
Si tienes suficiente espacio las camas balinesas, o en general daybeds por aplicar el anglicismo más usado, se han convertido en un icono de esta estética no solo por su belleza sino también por su comodidad.
Las hamacas colgadas entre árboles, un sillón colgante o un balancín son elementos que por su movimiento pausado cumplen estupendamente la función de relajación de un chill out.
Uno de los factores más importantes del chill out en los atardeceres y por la noche es la iluminación. El chill out va ligado a relajación y por ello requiere de luces tenues y suaves creando un ambiente íntimo. Son ideales las lámparas que permiten graduar su intensidad, luces led ambientales, guirnaldas, quinqués, farolillos e imprescindible: las velas.
Igual de importante son los textiles : Visillos y cortinas de tejidos naturales como el lino, el algodón, la seda, según el estilo lisos, estampados o a rayas, así como los cojines y las alfombras nos ayudan a transmitir la protección y calidez que nos lleva a un estado de relajación. Si un elemento es común en todos los casos, es el cojín ¡! Sin cojines no es un chill out
Otros complementos como esculturas, maceteros, tiestos, plantas, muchas plantas, manteles, jarrones, … ayudan a definir la estética final,
Durante las horas de más sol y sobre todo en verano, pérgolas, cortinas, toldos, velas y sombrillas, no sólo suavizan la temperatura de la terraza sino que también crean juegos de luces y sombras que acentúan el ambiente relajante.
Y no olvidemos el sonido, música relajante, el sonido de una fuente, agua en movimiento, el canto de los pájaros, el mar, cadenas de lluvia, un fuego exterior, son elementos que completan nuestra experiencia de relajación.
Y para terminar, dar placer a otro de nuestros sentidos, el olfato, plantas aromáticas, flores fragantes, velas aromatizadas, aceites o palitos de incienso o de sándalo o quemar aromas en aceite o rama en el fuego exterior.
Un rincón de lectura secreto, un salón exterior para conversaciones vespertinas con los amigos, una copa en pareja, una siesta de verano, una sesión de yoga, una sala de música, juegos de mesa en familia … o simplemente tu refugio solitario.
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