La pecera
Por: Clara García-Pando
¿Tus hijos son aficionados a tener mascotas en casa? Las jaulas para roedores o las casetas para perros son habituales en muchas viviendas, pero, sin duda, tener una pecera en casa representa un mundo de fantasía mucho más mágico. De hecho, muchos restaurantes lujosos –y no tan lujosos-, las utilizan para dar un estilo sofisticado, llamativo y atrayente a la decoración de su local.
Tú mismo, puedes dar un toque de originalidad y extravagancia a tus estancias colocando este elemento en tu hogar. Para empezar debes elegir qué modelo quieres, por ejemplo, desde una pecera pequeña y coqueta o un acuario gigante de primera.
Tipos de peceras
Aquí te presentamos varios modelos que puedes instalar en tu habitación. ¿Con cuál te quedarías?
1. Una pecera de pared puede ser el modelo más espectacular. Realmente te tiene que gustar el mundo marino. Sería muy caro y difícil de instalar, pero el resultado será asombroso.
2. Si prefieres un acuario marino bastante grande, las posibilidades decorativas dan más juego. Primero, decorar con roca natural es muy aconsejable ya que da una mayor sensación de realismo, aunque procura que no estén infestadas con hongos e higienízalas antes. Los corales artificiales comprados en tiendas especializadas son ideales para adornar este receptáculo, así como la arena de coral que sirve como complemento y es en realidad, coral molido y se integrará muy bien en el hábitat marino.
3. Es aconsejable que se coloque cerca de las paredes o muros, pero incluso aparte de estar empotrada, puede tener una parte que sobresalga, pero así nos aseguramos que no tenga demasiada movilidad.
4. Si lo ponemos encima de un mueble, éste debe ser metálico, resistente y no tener mucha movilidad. No es recomendable un mobiliario de madera.
5. Una pecera en el baño. El sitio más húmedo de la casa es precisamente otro de los más adecuados para colocar este complemento. Mientras te estés bañando en la bañera, te sentirás como pez en el agua, y seguro que tus mascotas también…
6. Una pecera grande e independiente. Aunque esté a un lado de la pared tiene la suficiente independencia como equipararse casi a un mueble. No tiene la espectacularidad de otros modelos anteriores, pero también le concede un sitio bastante importante y llamativo de la estancia.
7. Peces en el interior de la mesa auxiliar. Esta opción sí es aprovechar el espacio. Podría servir para los interiores minimalistas, pero su colorido y extravagancia también podría encajar en una decoración futurista y moderna.
8. La bola de cristal es un modelo muy elegante, de forma ovalada y con los bordes más o menos trabajados. Debes saber que esta tipología no permite albergar a más de tres peces, ya que es peligroso porque ellos mismos pueden llegar a devorarse entre ellos. En el fondo, puedes colocar varias piedras de colores para darle un toque de color y naturalidad. Aunque ten en cuenta que no resisten bien las caídas ni los golpes.
9. También está la versión, surrealista de una pecera. ¿No recuerdan ligeramente al famoso cuadro de Salvador Dalí de ‘La persistencia de la memoria’, también conocido como ‘Los relojes blandos’? Esto es una especie de ‘pecera blanda’, que además se mantiene muy bien en los bordes de los muebles. En el mercado hay nuevas que son de plástico que proteger a los niños de los riesgos.
10. El estanque. Aunque pueda parecer la opción más obvia, seguramente sea la más natural y la que más se asemeje al hábitat originario de los peces. Si lo decoras con plantas podrás crear un microentorno natural en el patio de tu propia casa.
Otro elemento muy utilizado el la rocalla, una piedra caliza que aporta una base al suelo del recipiente.Los troncos de árbol muertos y las conchas de caracoles o caracolas son también muy usados. No obstante, es importante higienizarlos tanto de elementos tóxicos como barnices o pinturas como de organismos vivos que pueda quedar, sanéalos antes de sumergirlos y perjudicar al ecosistema acuático.
Es fundamental que tu pecera tenga una tapa para que se evite la evaporación o infección de elementos externos. Así como un termómetro para controlar la temperatura del agua o un filtro aireador.
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