No es ciencia ficción. Son ideas sencillas que calman y positivizan. El Dr. Javier García, experto en Mindfulness, nos las descubre
Mindfulness. Hace un par de años que esta palabra aterrizó en nuestro diccionario y no hay
día
que no la oigamos. Madonna, Gwyneth Paltrow o Emma Watson lo practican e incluso la gran
bestia Google lo imparte en sus oficinas. ¿Por qué? Porque funciona. Así de sencillo. ¿Y
podemos aplicarlo en casa? Por supuesto. El Dr. Javier García Campayo, Psiquiatra y Director
del Master de Mindfulness de la Universidad de Zaragoza, nos cuenta cómo crear un espacio
que nos ayude a frenar y disfrutar mucho más de la vida.
Antes de empezar...
- ¿Qué es mindfulness? "Mindfulness nos lleva a sentir que cada momento es único, a disfrutar más de cada cosa que estamos haciendo, a ir más pausados y experimentar todo lo que hacemos en profundidad", nos cuenta el Dr. García Campayo.
- ¿Y la casa mindfulness? "Es la casa pensada para vivir, no para impresionar. Se valora pasar tiempo en ella, comer, dormir y tener espacio para meditar o estar solo".
¿Te falta espacio para guardar?
Quizás habría que cambiar la pregunta: ¿Seguro que debes guardar tanto? Simplifica. Fijo que
hay mil cosas que no utilizas, las tienes repetidas o no sirven de mucho. Tira, regala,
haz un rastrillo o vende en Wallapop. Cuanto menos acumules, menos desorden y
menos nervios. El caos nos agobia, nos quita tiempo y ensucia más. García Campayo
lo resume así: "El orden y el silencio externo refleja el equilibrio interno".
Abre tu casa a la luz, busca el silencio, un entorno natural y máxima privacidad
En casa... naturalmente
Intenta eliminar todos los elementos de plástico o sintéticos que tengas y substituirlos
por otros naturales. Por ejemplo, los muebles ideales son los de madera, por su calidez
y conexión con la tierra. "Son preferibles las maderas de árboles propios del lugar en el
que vivimos, que no se hayan traído de regiones exóticas. Y, a poder ser, artesanales".
En el suelo, también es ideal todo lo natural: madera, toba, alfombras de lana o fibras...
La pintura, por supuesto, también debe ser natural, como las telas (de algodón, lino,
lana...), y los detalles decorativos, nada recargados y de arcilla, porcelana o piedra,
porque estos materiales son mindfulness. Y un último detalle: no llenes tu casa de
aparatos electrónicos.
Decora tu casa con plantas naturales, vivas o secas, y en la terraza, abundantes
macetas.
Cultiva hierbas aromáticas u otros alimentos, si puedes
Colores mindfulness
- Verdes: porque recuerdan a la vegetación.
- Marrones y ocres: remiten a la tierra, al suelo.
- Azules: representan el cielo y el mar.
- Blanco: porque es símbolo universal de la pureza.
Dos espacios irrenunciables
1. Dónde practicar el mindful eating (comer consciente)
Lo ideal sería poder contar con una cocina y un office o comedor amplios, luminosos,
cómodos, nada recargados y poco tecnológicos. Apuesta por tener algún elemento de
madera (mesa, sillas, encimera...) que te conecte con la naturaleza. Debe ser un ambiente
que te invite a cocinar y a comer con calma, olvidándote de relojes.
2. Dónde descansar y recargar pilas
El dormitorio mindful es un dormitorio con luz natural y muy silencioso. Sin televisión ni otros
aparatos y decorado de forma sencilla. ¿Una idea? "Cuelga imágenes inspiradoras que te ayuden
en el momento de dormir y así influencien tus sueños", nos aconseja el doctor. De noche, luz
artificial tenue, no directa, y por supuesto, ropa de cama cómoda y natural, de algodón o lino.
Ya lo has visto. No es difícil tener una mindfulhome. Solo requiere que vayamos al origen de las
cosas, a la sencillez, a la naturalidad. Haz que el mindfulnesstiña cada rincón de tu casa y
conseguirás disfrutarla (a ella y a la vida) más a fondo. Comprobado.
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