Con el buen tiempo los días se hacen más largos, pero también nuestra necesidad de estar al aire libre aunque no dispongamos de luz natural. La iluminación de terrazas y jardines le da un aspecto completamente diferente a los exteriores y dependiendo del estilo por el que nos decantemos, podemos dotar nuestros exteriores de un sabor especial.
Las luces exteriores pueden ser muy teatrales, futuristas, románticas o simplemente funcionales y limitarse a evitar tropezones. Pero no debemos olvidar que son fundamentales en decoración y que todos estos aspectos pueden unirse para lograr una iluminación diferente en tu jardín.
Las luces parpadeantes y el resplandor romántico de las velas son ideales para veladas entre amigos. Una luz tenue que invita a las confidencias, de combustión lenta y muy ecológica. Podemos encerrarlas en faroles o dentro de jarrones de cristal sobre arena de la playa.
También podemos elegirlas con aromas de canela, jazmín o cítricos, que naden en agua junto a los nenúfares o flores de azahar e incluso con antimosquitos, para matar dos pájaros de un tiro. Pero siempre con esa luz tímida que parece a punto de desaparecer con un soplido.
Una iluminación muy de moda es la que evoca tiempos pasados. Un cable del que cuelgan cientos de bombillas en tonos amarillos y dorados son perfectas para imitar luces de época. Bien colocadas por los pilares del porche, rodeando árboles, ventanas o puertas y tendrás la sensación de estar bailando o cenando en un bateau mouche.
Las bombillas azules crean un ambiente ultra moderno,hace poco hablábamos de las nuevas regletas de luces de LED, que me tienen totalmente enamorada desde que las descubrí en Philips, y ahora se doblan permitiendo colocarlas alrededor del objeto que se nos ocurra o incluso enrollada en la balaustrada o quizás, escondida entre las jardineras. Eso sí, asegurándonos de que soportan bien las inclemencias del tiempo.
En mi visita al Hotel Urban de la conocida cadena hotelera Derby, observé que el alabastro deja pasar la luz, atenuándola un poco. ¿No os parece genial una barra de alabastro con luz o unos maceteros enormes destelleantes, que marquen el camino o delimiten la terraza?
Otra manera de marcar el camino en la oscuridad, al más puro estilo Hansel (de Hansel y Gretel) es que el resplandor venga del suelo. Los baldosines de cristal con luces son una buena idea si vas a poner nuevo el pavimento de la terraza o el patio. Son útiles cuando tienes poco sitio, aunque irremediablemente nos recuerdan las luces de asiento de los cines.
También una lámpara a ras de suelo como estas que proponen Novell&Puig, que imitan piedras luminosas con un cuidadoso diseño, pero requieren mucho más espacio ya que cada una ocupa un trozo grande de jardín.
Como podéis observar, el estilo y el ambiente de vuestros exteriores pueden cambiar simplemente con un toque de luz. ¿Os animáis a pasear por un jardín encantado?