Las casas maravillosas con grandes ventanales frente al mar o en paisajes idílicos son un bien escaso, con “ley de atracción” o sin ella, y por eso me ha gustado mucho este sucedáneo.
Es un hecho que en muchas casas tenemos alguna habitación interior o con vistas poco agraciadas y un poster gigante es una opción que puede levantarnos el ánimo e inspirarnos más que una pared o la casa del vecino.
En concreto, este embarcadero de madera me transmite mucha paz y me invita a respirar más despacio y a sentir el aquí y ahora. Es un lugar realmente aspiracional.
Se vende en Venca por 30 euros y es un adhesivo traslúcido de 2 m de alto que se recorta a medida muy fácil de colocar.
Hasta que nos vayamos a veranear o a vivir , porque todo es posible si nos lo proponemos, a un lugar así, siempre podemos alegrarnos la vista cada mañana con un bonito poster …
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