El color tiene la capacidad de generar sensaciones –frescor, calidez, vitalidad, calma...– pero también es un poderoso transformador del espacio. De ahí que elegir el color de nuestra casa sea una de las decisiones más complicadas y meditadas. Y en pisos pequeños, la cosa se complica, porque el color además de decorar, debe contribuir (o al menos no impedir) que la casa parezca más grande de lo que en realidad es.
Pero ojo, que no solo el color puede ayudarte a hacer crecer tu casa, sino también algunos truquillos de cómo emplearlo agrandarán los espacios como por arte de magia.