para principiantes
No es una religión ni una tendencia decorativa llegada del lejano oriente. Si Feng Shui te suena a chino, aquí tienes el kit básico para saber qué es y cómo funciona en 10 claves
Mucha gente confunde Feng Shui con un tipo de decoración oriental, pero nada tiene que ver con un estilo sino que es toda una filosofía que se basa en encontrar el equilibrio y aportar energías positivas a los lugares que habitamos. Su traducción, 'Viento y Agua', hace referencia al movimiento del Chi o flujo vital de energía, que forma parte de todo y todos y cuya circulación propicia salud, prosperidad y una vida armoniosa. Ya sabes: si cuidas de tu casa, tu casa cuidará de ti.
Decorar según el Feng Shui
Aplicar el método milenario en nuestra casa nada tiene que ver con colocar un dragón de cerámica en la librería o un gatito dorado saludando en la entrada. Obviamente va mucho más allá y para que sus resultados sean cien por cien satisfactorios, nada mejor que encargar la tarea a un profesional (el precio de una consulta de Feng Shui depende de los metros del espacio y de las horas de trabajo, pero suele estar entre los 200 y los 600 €, incluyendo visitas, dossier de análisis de la casa, el plan de acción y el seguimiento). Si te animas a empezar por tu cuenta, aquí van diez tips prácticos indispensables:
1. El punto de partida: Orden y limpieza
Marie Kondo estaría orgullosa de este inicio. Y es que esta gurú del orden aporta buenas ideas que coinciden con las técnicas del Feng Shui. Deshacerte de lo que no necesitas, vaciar y hacer limpieza es el punto de partida para que la energía fluya adecuadamente. ¡Ah! y quita de en medio trastos y muebles que no resulten seguros, ya que este es su tercer principio básico indispensable.
2. Da la bienvenida a lo grande
El recibidor debe dar la sensación de espacioso y por eso elegiremos un color luminoso, como el blanco o amarillo. Es muy importante que haya luz en la entrada, si no natural, reforzar con lámparas de techo y/o sobremesa. Coloca cosas que te transmitan "buen rollo", como flores, velas o fotos, así como algo que represente el agua (elemento que atrae la buena fortuna). Y no pongas espejos frente a la puerta, porque la energía rebota y se escapa.
3. Un salón lleno de energía (positiva)
La sala de estar es uno de los lugares con más energía: aquí entra, sale, se aposenta, se activa, se relaja... Para crear un ambiente que propicie encuentros positivos, toma nota. Luz natural y buena ventilación (ventilar al menos una vez cada dos días), así como poner plantas naturales son la base. Una buena ubicación es el este de la casa (a la izquierda de la entrada de la vivienda) ya que allí se encuentran las zonas de la Salud y familia o de la Riqueza y prosperidad.
No pongas los sofás de espaldas a la puerta, sino en L, apoyados en la pared y no enfrentados, y mejor esconder el televisor tras un mueble. El mobiliario ha de ser el esencial y no tener esquinas muy pronunciadas (mejor redondeadas porque así el Chi o energía vital fluye mucho mejor).
Se recomiendan materiales nobles, como la madera, y tejidos naturales. En cuanto a los colores, usa una combinación equilibrada que facilite una circulación ni muy rápida ni muy lenta. Si escogemos paredes blancas, introduce notas de color en los cojines por ejemplo.
La luz aportará la energía del elemento fuego y activa el Chi, así que combina puntos de luz ambiental y puntual.
4. La cocina, el corazón de la casa
Una cocina con buen Feng Shui nos carga de energía positiva y nos hace sentir más vitales y creativos. Su mejor ubicación es la zona más alejada de la puerta principal y en cuanto al debate ¿abierta o cerrada? el Feng Shui prefiere espacios delimitados para que las energías no se mezclen.
La zona de cocción no debe estar a espaldas de la puerta, pero si la tuya lo está, coloca un espejo o un salpicadero de acero reflectante para que haga la función de retrovisor y evitar la sensación de alerta.
La zona de aguas debe estar debidamente separada de la de fuegos (la distribución en triángulo de trabajo es la mejor para que el elemento agua no apague al elemento fuego) y las islas son perfectas para fomentar la libertad de movimientos.
En cuanto a los materiales a elegir, la madera alimenta el fuego. Equilíbrala con el metal y el barro cocido o la arcilla aportarán el elemento Tierra. Incorpora plantas aromáticas para potenciar una energía fresca y vibrante.
Y si eres fan de las cocinas blancas, piénsatelo dos veces porque a nivel de Feng Shui no son lo más recomendable ya que implican un exceso de frialdad e introversión. Si tu cocina es blanca total, añade complementos en naranja, amarillo, rojo y verde. Y recuerda: cuanto más ordenada la tengas, más equilibrada y creativa será tu vida.
5. Un baño revitalizante y relajante a la vez
Gracias al Feng Shui puedes potenciar el bienestar en el baño, un lugar marcado por la fuga de energía, a causa de la gran cantidad de desagües y agua en movimiento. Empieza el día con alegría y termínalo con un baño relajante para lograr el equilibrio, intentando aplicar estos preceptos:
La puerta de entrada al baño no ha de estar enfrentada a la puerta principal de la vivienda o frente a la cocina. Evita que se encuentre en el centro de la vivienda, ya que si está allí se puede traducir en algún tipo de enfermedad, pérdidas económicas o situaciones generales de desgaste. Si el nuestro no ocupa el lugar deseado, puedes compensarlo haciendo que el inodoro no se vea directamente al abrir la puerta. Ocultarlo tras un murete o el lavabo es lo ideal. Evita también tener el espejo con el lavabo enfrente de la puerta.
La madera es la gran aliada del Feng Shui para equilibrar la energía de un baño. Así que elige mobiliario de madera, formas sinuosas, huye de escalones y tarimas, porque belleza ha de ir unida a seguridad. Los colores de la tierra deben tomar las riendas, suplantando a blancos y negros o azules.
Mantén siempre la puerta cerrada del baño, los desagües y la tapa del inodoro y asegúrate que no haya alguna fuga de agua. Pon alguna planta, junto con elementos simbólicos como fotos o cuadros, sin olvidar el orden y la limpieza.
6. Un dormitorio para dormir a pierna suelta
Haz que la energía vital Chi fluya correctamente, guiándola con una distribución óptima de los elementos. Tu sueño será reparador.
La pared tras el cabecero ha de ser la más alejada de la puerta. Piensa que la ausencia de cabecero genera inseguridad, ya que este simboliza respaldo y seguridad.
Mesillas de noche y lamparitas son buenas para obtener protección a ambos lados, aunque no hace falta que sean idénticas. Y los espejos colocados frente a la cama o la puerta tienen un efecto negativo ya que, según el Feng Shui, dificultan el sueño. Por otro lado, una cama doble con dos colchones separados pueden conllevar desunión. NO tengas la zona de trabajo o ejercicio en el dormitorio, pero sí una chaise longue o butaca de lectura.
Aquí los colores deben ser suaves, tipo pastel, ni muy fríos ni muy cálidos. Ojo con los techos altos y vigas, cuya altura puede salvarse con un dosel en la cama, y evita a toda costa tener aparatos que generen campos electromagnéticos, como tele, móviles, etc.
7. Un exterior 'muy Feng Shui'
Protege el jardín o terraza con vallas, árboles o plantas por el lado del que provengan los vientos fríos y el clima desfavorable. En cambio, ábrelo a la luz del sol para que su calor entre. Evita las rectas en favor de las curvas, mediante trepadoras, piedras que dibujen caminos...
El agua, esencial. Recuerda que es símbolo de dinero y prosperidad, así que, si puedes, instala un estanque con peces de color dorado y tortugas.
Las plantas "más Feng Shui" son el bambú, jazmín, crisantemos, orquídeas y pinos.
8. El valor de los detalles
Los complementos tienen un gran valor en esta filosofía, porque se encargan de generar positividad y alegría. No se aconsejan cuadros de objetos muertos, ni plantas secas, ni fotos de familiares fallecidos ni objetos rotos. En cambio, se valora mucho la presencia de flores frescas, así como cuidar los olores y colores en general, ya que influyen en el estado de ánimo.
Las mascotas favorecen el paso de la energía, igual que el incienso y las esencias florales.
9. ¿Cuándo recurrir al Feng Shui?
- • Para restaurar: Si te sientes mal en algún aspecto de tu vida, se trata de analizar los desajustes para poder armonizar.
- • Para aumentar: Si quieres alcanzar un objetivo concreto o deseas mejor alguna parcela de tu vida.
- • Para mantener: Aunque no haya un problema o motivo concreto, quieres prevenir y corregir posibles desniveles de energía.
Para ello, se dibuja el mapa Bagua de un espacio que muestra la correspondencia entre las diferentes áreas de nuestra vida y nuestra casa y que servirá de guía para la toma de decisiones. Otras herramientas del Feng Shui son la ubicación de la vivienda, las formas, colores y texturas que se utilizan, los símbolos personales, el ying-yang y la óptima utilización de los cinco elementos en casa: madera, fuego, tierra, metal y agua.
10. Buscar el entorno óptimo para vivir
Desde sus inicios (en China hará unos 3.500 años), este ha sido el objetivo del Feng Shui: crear un ambiente positivo y armonioso que mejore la vida de sus ocupantes. Eso sí, cada casa es un mundo, así que se precisan estudios de Feng Shui personalizados y realizados por expertos para lograr los resultados deseados.
Entra en la galería de imágenes para ver ejemplos de estos trucos para acumular energía positiva, favorecer la salud, las buenas relaciones familiares, atraer el dinero, la inspiración y obtener bienestar. ¿Quieres saber más? Sigue descubriendo cómo el Feng Shui puede ayudarte a limpiar la energía de tu casa.